Tal vez la carga más pesada que tratamos de llevar sea la carga de nuestros errores y fracasos. ¿Qué haces con tus fracasos? No tenemos porqué preocuparnos o angustiarnos, podemos echar nuestras cargas sobre el Señor.
Aunque hayas caído, aunque hayas fracasado, aunque todos te hayan rechazado, Cristo no te abandonará. Él vino primero y principalmente a quienes no tenían esperanza. Él va a aquellos a quienes nadie va y les dice: «Yo te daré eternidad».
Solamente tú puedes entregar tus preocupaciones al Padre. Qué maravilloso es el poder echar nuestras ansiedades sobre el Señor en oración. Nadie puede quitártelas y entregárselas a Dios. Solamente tú puedes echar tus ansiedades sobre el único que tiene cuidado de ti. ¿Qué mejor manera de comenzar el día que dejando tus cargas a sus pies?
Esta es una oración para dejar nuestras ansiedades y cargas sobre El: “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará” (Salmo 37:5). Encomienda, tu carga sobre el Señor. Pero Él no te la va a quitar, tú tienes que entregársela. Dios no quiere que sus hijos se preocupen, que estén llenos de ansiedad o cargados con los cuidados de la vida, pero eres tú quien debe entregarlo.