A muchas personas no les gusta que alguien les diga lo que tienen que hacer, me incluyo. Hay ciertos caracteres y espíritus que simplemente no son enseñables. No puedes enseñar a un espíritu arrogante. No puedes enseñar a un espíritu sabelotodo, o mejor diche, que cree que sabe todo. No puedes enseñar a un espíritu que siempre está a la defensiva. No puedes enseñar a un espíritu orgulloso. Sin embargo, un espíritu humilde no puede mantenerse sin ser enseñable.
Cuando hablamos de la obediencia, la condición de nuestro espíritu es muy importante. ¿Cuán enseñable eres? Desafortunadamente, muchas veces, cuánto más grande o mayor eres, cuánto más has vivido en la vida o más conocido eres, más te resistes a recibir consejos.
Tengo un amigo con el que quedo para desayunar cada vez que los dos estamos en la ciudad. Los dos vivimos vidas extremadamente ocupadas, en mundos muy diferentes, pero tenemos ese tipo de relación en la que podemos hablar abiertamente y honestamente sobre nuestras vidas. Valoro mucho esta amistad. Me ha ayudado a pasar por épocas difíciles a través de los años.