Salmo 139:1-3
¿Tienes una agenda? ¿La utilizas? ¿Está vacía o exageradamente llena? ¿Qué anotas en ella?
Una agenda refleja el uso del tiempo. ¿Aprovechas el tiempo? ¿Lo desperdicias? ¿Qué actividades consumen las veinticuatro horas que Dios te ha regalado?
¿Sabes una cosa?, Dios conoce tu andar diario. Inclusive lo mentalmente planificado. La Biblia te invita a aprovecharlo. El Salmista le pide al Señor “enséñame a contar mis días, de tal manera que traiga a mi corazón sabiduría." ¿Será ésta tu petición?
La agenda refleja prioridades. Dale importancia a lo prioritario. Cumple con tu familia; cónyuge, hijos: fortalece esa relación. Dales tiempo de calidad. Separa espacio para el buen humor, la diversión sana; socializa. Este tiempo te dará recuperación emocional. El agobio de excesiva actividad mental puede conducirte a la depresión. Procura el descanso físico. Horas adecuadas de sueño y descanso sereno añaden recuperación física y mental. Reserva tu cita diaria con Dios. Esa relación renovará tu espíritu.
La agenda refleja amor. “El amor sea sin fingimiento”. Dices: “ Señor te amo, eres mi todo”. ¿Le concedes las primicias del tiempo? Si te renuevas día a día con Él y en Él, notarás que la agenda se te hace rápida y fácil. Puedes edificar a otros seres humanos con la palabra atinada que conoces de la Biblia. Además, visita enfermos, desvalidos y solitarios.
La agenda refleja responsabilidad. Coteja tu agenda. ¿Cómo andan tus negocios y los negocios del Reino que te hayan encargado? ¿Están en caminos rectos con métodos rectos como conviene a quienes temen a Dios? Jesús estableció prioridades. Ante las multitudes que le seguían y detenían, consumiendo excesivamente su tiempo dijo: “es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del Reino de Dios; porque para esto he sido enviado” (Luc. 4:43) ¿Qué lugares adicionales al de tu comunidad de fe estás impactando con el evangelio?
La agenda refleja sueños. Tus sueños requieren el uso adecuado del tiempo. ¿Cuáles son tus sueños? ¿Están conformes a lo ordenado por Dios? ¿Garantizan calidad de vida? Todo sueño tiene implicaciones. ¿Te concederán vida balanceada? ¿Habrá espacio para un ministerio (Servicio)? Si estableces metas, tienes que ajustar tu horario hacia el logro de ellas. Debes darle seguimiento. Dentro de ese horario tendrás que separar tiempo para proyectar la visión, compartiéndola con otros. Además orar, planificar, trabajar y reclutar gente dispuesta, buena, comprometida con tus logros. “Busca solo a los de corazón perfecto” (I Co. 12:28). Ellos se unirán a tu trayectoria. Dedícales tiempo. Ellos te alentarán, levantarán tus manos y te aconsejarán.
La agenda refleja sometimiento a Dios. Lograda una meta o un paso de la meta, te debes mover a otra. Será necesario preveer el futuro, cada paso, cada acción: Tiempo para renovar fuerzas. Si en medio de la trayectoria hacia la meta final te encuentras gente que casi te hacen desmayar porque se cansan en el camino, tornan la mirada atrás o a otro rumbo, tu continuarás mirando al Todopoderoso; Omnisciente y Omnisapiente Dios que te dirige, protege, ama. El no se apartará de tí, ni tú de Su Espíritu.
Recuerda alinear tu agenda a la de Dios porque “sus pensamientos son más altos que tus pensamientos”. Él te dice: “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes… planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza” (Jeremías 29:1)
Que tu agenda, sueños, metas, planes, estrategias y métodos estén a tono con los de Dios.
La agenda refleja mucha oración. Ora por disciplina en el uso del tiempo. Ora por sueños y metas señalados por Él. Ora invitándolo a tomar el liderato en los proyectos anhelados. Ora para que puedas mantener tus ojos en los de Él. Ora por humildad para hacer Su voluntad, si en el camino te cambia los planes. Ora para esperar pacientemente en Él por el logro de tus metas.
Procura no intentar volar antes de que se complete la agenda de Dios, los planes de Dios, en el tiempo de Dios. Así no te faltarán fuerzas ni se marchitarán tus sueños en el tiempo de florecer.
Oración: Señor si algún compromiso o situación diaria violenta el tiempo de mi relación contigo, o me aparta de Tí, del trabajo en Tu obra o tus pensamientos, te ruego que me perdones. Que mi agenda refleje mi sometimiento a Tí. Quiero lograr solo las metas y sueños como Tú me indiques. Como nada de mi te está oculto ni encubierto concédeme el carácter tuyo para vivir Tú agenda en mi agenda. Amén.
Reflexión de La Agenda de Dios
Por: Olga Y. Robles