Pequeñas grietas, producen grandes catástrofes.
Cambiando nuestro interior, mejoramos nuestro exterior.
Atrapen a las zorras, a esas zorras pequeñas que arruinan nuestros viñedos, nuestros viñedos en flor."
Cantar de los Cantares 2:15
Muchas veces en nuestra vida estamos dispuestos a luchar contra situaciones grandes y tratamos de vencerlas; sin embargo, no se recuerdan que algún día fueron pequeñas. Esas pequeñas "cosas" o "situaciones" que ahora conviven con nosotros, son las que luego destruyen nuestra vida y muchas de las relaciones que tenemos.
El primer grito en nuestro matrimonio, se convirtió en un golpe, en un maltrato al alma de ese ser amado. No todos iniciamos con una gran violencia la primera vez.
La primera vez que deseamos algo o alguien ajeno, nunca imaginamos que en nuestro corazón se instalaría la lujuria, la soberbia o la envidia. O la primera vez que pensamos que podíamos engañar a Dios. -Si nadie me vio- aseguramos.
Se puede meditar en esta interrogante: ¿Cuáles son aquellas prácticas que se han situado en nuestra vida como una semilla, pero al dejarlo crecer se convierte en algo destructivo para nuestra vida?, la identificación de estas malas costumbres, será un insumo vital para poderlas erradicar
En ese sentido, el rey Salomón en su escrito, brinda el consejo para salir del problema, este es "Atrapad a las zorras". El significado de atrapar es “Asir a quien huye o va de prisa”, lo que es muy interesante, ya que ese mal hábito no será fácil atraparlo, ni mucho menos se dejará atrapar y sobre todo, nadie más hará ese trabajo por nosotros. En ese sentido, el cambio:
1) Será un trabajo arduo.
2) Será una lucha constante.
3) Será una DECISIÓN PERSONAL. (Dejarlo crecer o no).
Si obtenemos buenos resultados al prescindir de esas prácticas, nuestro viñedo (que en este caso, puede ser el corazón, el alma o la vida de una persona o el propio), no se arruinará.
Por lo cual se debe luchar por evitar que esas situaciones que inicien pequeñas, se conviertan en insostenibles y destructivas para la vida, de tal forma que se pueda sanar el matrimonio, noviazgo, trabajo o sentimientos. Recuerda que
Tomado de "Susurro del Cielo", por José Vicente Pérez Cubias