Adorar a Dios en Espíritu y en Verdad
Nuestra adoración a Dios no está determinada por las circunstancias; ni nuestra relación con Dios es dictada por nuestras emociones. Él nos ama hasta la médula. No importa dónde hemos estado o de dónde venimos, podemos descansar en la verdad de Dios; Él escoge amarnos sin consideraciones.
"Me levanto temprano, antes de que salga el sol; clamo en busca de ayuda y pongo mi esperanza en tus palabras" (Salmo 119:147 NTV).
Debido al gran amor de Dios por nosotros, podemos poner nuestra esperanza en Su Palabra , porque su palabra es verdad.