Estamos ansiosos por lo nuevo que traerá el nuevo año, ansiosos por los nuevos desafíos, preocupados por lo que queremos resolver antes que se termine le año, o por aquellas cosas que sabemos quedarán pendientes.
Tal vez también esta ansiedad se traslade a tu lado espiritual. "Este año voy a comenzar con un plan para leer la Biblia entera en el plazo del 2016", o "En el 2016 comenzaré cada día con una oración larga, una lectura bíblica y una reflexión personal"... Algunas metas son buenas y sin lugar a dudas Dios quiere que progresemos y que aprendamos cada día más de Él, que logremos conocerlo un poco cada nuevo amanecer.
Dios es con frecuencia más paciente con nosotros que nosotros con nosotros mismos. Damos por sentado que si caemos, no somos nacidos de nuevo. Si tropezamos, es que no estamos realmente convertidos. Si aún abrigamos los viejos deseos, es que no somos una nueva criatura.
Si estás ansioso con respecto a esto, por favor, recuerda que «el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo» (Filipenses 1.6).
Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.
Santiago 1:2-4
Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración.
Romanos 12:12
Más vale ser paciente que valiente;
más vale dominarse a sí mismo que conquistar ciudades.
Proverbios 16:32
Guarda silencio ante el Señor,
y espera en él con paciencia;
no te irrites ante el éxito de otros,
de los que maquinan planes malvados.
Salmos 37:7
Pon tu esperanza en el Señor;
ten valor, cobra ánimo;
¡pon tu esperanza en el Señor!
Salmos 27:14
El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca sino que todos se arrepientan.
2 Pedro 3:9
Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia.
Colosenses 3:12
Que el Dios que infunde aliento y perseverancia les conceda vivir juntos en armonía, conforme al ejemplo de Cristo Jesús.
Romanos 15:5
Tomado del Libro Pomesas Inspiradoras de Dios - Max Lucado