Un hermano de los EE.UU., que ha estado escuchando mis mensajes por algún tiempo, escribió para expresarme que había sido adicto a la pornografía y que había llevado una vida de inmoralidad sexual desde que tenía 14 años de edad. A pesar de haber aceptado a Jesús cuando tenía 18, siguió luchando con ese aspecto de su vida. Esto es lo que me escribió: Como resultado de algunas malas influencias y de mis propias malas decisiones, me convertí en un adicto a la pornografía y comencé a llevar una vida sexual inmoral a la edad de 14 años. Fui salvo cuando tenía 18 años, pero todavía luchaba con ese tipo de pensamientos y algunos viejos malos hábitos. Intenté de todo para liberarme de los pensamientos de inmoralidad y lujuria.
Entonces, escuché el mensaje del pastor Prince, titulado “Las cosas buenas les suceden a los que creen que Dios los ama”. Lo escuché una y otra vez, y por primera vez, el amor de Dios se convirtió en una realidad constante para mí. Fui capaz de recibir el amor incondicional de Dios una y otra vez, y eso sanó mi corazón.
¡El amor de Dios me ha liberado! Muchas gracias por el mensaje que su iglesia envía al mundo. ¡Verdaderamente está cambiando vidas! La revelación de que Dios lo ama incondicionalmente a pesar de sus fallas e imperfecciones fue lo que ayudó a ese hermano a ser libre de los hábitos que se habían apoderado de él durante muchos años.
Amado, Dios no quiere que peques ya que el pecado te destruirá. Pero aunque hayas fallado, debes saber esto: ¡No hay condena, ya que estás EN CRISTO JESÚS y tus pecados son lavados por su sangre! Cuando Dios te mira, no te ve en tus fracasos. Desde el momento en que aceptaste a Jesús como tu Señor y Salvador, ¡Dios te ve en Cristo resucitado, sentado a su diestra! Así como es Jesús, inmaculado y sin mancha, ¡así eres tú! Dios envió a su Hijo a morir en la cruz por ti mientras todavía eras pecador.
Obviamente, Él no te ama sólo si te comportas y piensas de manera correcta. Su amor por ti es incondicional. ¡Recíbelo hoy de nuevo y libérate de todo pecado y adicción!
- Tomado del libro 100 días favor por Joseph Prince