Quizás no sea racional, pero sinceramente pensaba que si me esforzaba mucho podía hacer que Dios me amara más. No decía esas palabras en voz alta y jamás habría admitido que lo sentía. Pero en lo más profundo de mi interior, esa era precisamente mi actitud.
Podría echarle la culpa de eso a mi niñez, cuando nunca pude agradar a mi padre. Pasé muchos de mis años de adulta tratando de agradar a papá, y seguí haciéndolo incluso después de su muerte. Supongo íntimamente que fue una forma de transferencia de cómo interpretaba a mi padre terrenal lo que eché sobre mi Padre celestial. Hasta diré que la mayoría de nosotros lo hace.
Podría echarle la culpa de eso a mi niñez, cuando nunca pude agradar a mi padre. Pasé muchos de mis años de adulta tratando de agradar a papá, y seguí haciéndolo incluso después de su muerte. Supongo íntimamente que fue una forma de transferencia de cómo interpretaba a mi padre terrenal lo que eché sobre mi Padre celestial. Hasta diré que la mayoría de nosotros lo hace.