En el Día de la Mujer voy a describirte. Sí, amiga, voy a hablar de ti. Porque sé que tienes valiosas cualidades que hacen de ti una mujer especial.
Eres una gran mujer porque...
Se puede confiar en ti. Como administradora buscas el bien de toda tu familia.
Te esfuerzas mucho en tus deberes y se alegras en ellos. Te levantas temprano para hacer todas las labores, tanto tu profesión como la atención de tu familia y tu casa. Eres apasionada en lo que haces, y te entregas a pleno.
Haces que lo todo resulte para bien por la administración prudente. Muchos se deshacen comprando, sin considerar si se lo pueden permitir, en cambio tú provees bien para tu casa y hasta logras ahorrar para después.
Miras bien las cosas de tu casa para encaminar a todos a cumplir con su deber para con Dios y los unos con los otros, al igual que tú.
Está atenta a dar y a recibir, y lo haces generosa y alegremente.
Eres discreta y leal; toda palabra que dices demuestra que te riges por las leyes de la sabiduría. Sabes dar consejos prudentes a los demás, y los aplicas a tu vida. La ley del amor y la bondad está escrita en tu corazón y se demuestra por lo que hablas. Tu corazón está lleno de los asuntos de Dios, aun cuando sus manos estén sumamente ocupadas en este mundo.
Eres una gran mujer porque...
Se puede confiar en ti. Como administradora buscas el bien de toda tu familia.
Te esfuerzas mucho en tus deberes y se alegras en ellos. Te levantas temprano para hacer todas las labores, tanto tu profesión como la atención de tu familia y tu casa. Eres apasionada en lo que haces, y te entregas a pleno.
Haces que lo todo resulte para bien por la administración prudente. Muchos se deshacen comprando, sin considerar si se lo pueden permitir, en cambio tú provees bien para tu casa y hasta logras ahorrar para después.
Miras bien las cosas de tu casa para encaminar a todos a cumplir con su deber para con Dios y los unos con los otros, al igual que tú.
Está atenta a dar y a recibir, y lo haces generosa y alegremente.
Eres discreta y leal; toda palabra que dices demuestra que te riges por las leyes de la sabiduría. Sabes dar consejos prudentes a los demás, y los aplicas a tu vida. La ley del amor y la bondad está escrita en tu corazón y se demuestra por lo que hablas. Tu corazón está lleno de los asuntos de Dios, aun cuando sus manos estén sumamente ocupadas en este mundo.