Tierna madre de Mis hijos, madre de esos corazoncitos tan divinos, de Mis angelitos, gracias por aceptar ser madre de estos chiquitines. Grande es tu galardón y bendito el fruto de tu vientre. También tus bendiciones serán grandes. El tuyo es un sacrificio hecho por amor. ¿No se dice acaso que nadie ama más que una madre? Así también, nadie recibe mayor galardón que el que doy a una madre, pues ella ofrenda y sacrifica su cuerpo, su sangre y su corazón.
Esos actos que en la Tierra los hombres consideran enormes sacrificios, Yo los estimo como las mayores bendiciones y los premio con los mayores galardones. El que aprende a cuidar a Mis pequeñitos aprende más que ningún otro lo que significa entregar, sacrificarse y ofrendar amor. Esas son las virtudes que más aprecio.
Esos actos que en la Tierra los hombres consideran enormes sacrificios, Yo los estimo como las mayores bendiciones y los premio con los mayores galardones. El que aprende a cuidar a Mis pequeñitos aprende más que ningún otro lo que significa entregar, sacrificarse y ofrendar amor. Esas son las virtudes que más aprecio.