Nuestras oraciones no pueden asegurar una vía sin problemas para nuestros esposos, sí pueden mantenerla libre de muchos.
Si tu esposo trabaja duro, asegúrate de que tenga tiempo para descansar y divertirse, para hacer las cosas que lo entretienen y que dan un alivio del peso que produce tener que mantener toda la vida de una familia. Los hombres necesitan períodos de refrigerio. Si no los tiene, son propicios al agotamiento y a tentaciones de todo tiempo. Tus oraciones pueden ayudarlo a comprender que el verdadero significado de la vida no viene del trabajo sino de seguir a Dios. Oremos por nuestros esposos para encontrar ese equilibrio perfecto.
Señor Jesús: oro para que tú bendigas el trabajo que realiza mi esposo.
Que su labor pueda traer no sólo favor, éxito y prosperidad, sino gran satisfacción también. Si el trabajo que él está haciendo no está en línea con tu perfecta voluntad para su vida, revélaselo y muéstrale qué cosa debiera hacer diferente y guíalo por el camino correcto.Dale fuerza, fe y una visión para el futuro para que pueda levantarse por encima de cualquier tendencia a pereza.
Que nunca huya del trabajo a causa del temor, egoísmo o el deseo de evadir la responsabilidad.
Por otro lado, ayúdalo a darse cuenta de que él no tiene que trabajar hasta matarse para conseguir la aprobación del hombre o codiciar más allá de lo que es un don tuyo. Dale la habilidad de disfrutar de su éxito sin tener que luchar por más. Ayúdalo a sobresalir, pero libéralo de la presión de tener que hacerlo.
Oro para que tú seas el Señor sobre su trabajo, y que él pueda incluirte en todo los aspectos de su vida. Dale suficiente confianza en los dones que tú le has dado para que pueda buscar, encontrar y hacer un buen trabajo. Ábrele puertas de oportunidades que ningún hombre pueda cerrar.
Desarrolla sus habilidades para que crezcan y sean más valiosas con el paso de cada año. Muéstrame lo que yo puedo hacer para animarlo. Oro para que este trabajo sea establecido, seguro, de éxito, de satisfacción y recompensado financieramente. Que él “nunca deje de ser diligente; ante bien, sirva al Señor con el fervor que da el Espíritu” (Romanos 12,11). Deja que él sea como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera! (Salmo 1:3) Amén.
Aquí te dejo algunas... Herramientas de poder
“¿Has visto a alguien diligente en su trabajo? Se codeará con reyes y nunca será un Don Nadie” Proverbios 22:29
“No te afanes acumulando riquezas; no te obsesiones con ellas ¿Acaso has podido verlas? ¡No existen! Es como si les salieran alas, pues se van volando como las águilas “Proverbios 23: 4-5
“¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida? ¿O qué se puede dar a cambio de la vida?” Mateo 16:26
“Por causa del ocioso se viene abajo el techo y por la pereza se desploma la casa.” Eclesiastés 10:18
“!Que el favor del señor nuestro Dios esté sobre nosotros. Confirma en nosotros las obras de nuestras manos, sí, confirma la obra de nuestras manos.” Salmo 90:17
El poder de la esposa que ora, Omartien
Si tu esposo trabaja duro, asegúrate de que tenga tiempo para descansar y divertirse, para hacer las cosas que lo entretienen y que dan un alivio del peso que produce tener que mantener toda la vida de una familia. Los hombres necesitan períodos de refrigerio. Si no los tiene, son propicios al agotamiento y a tentaciones de todo tiempo. Tus oraciones pueden ayudarlo a comprender que el verdadero significado de la vida no viene del trabajo sino de seguir a Dios. Oremos por nuestros esposos para encontrar ese equilibrio perfecto.
Señor Jesús: oro para que tú bendigas el trabajo que realiza mi esposo.
Que nunca huya del trabajo a causa del temor, egoísmo o el deseo de evadir la responsabilidad.
Por otro lado, ayúdalo a darse cuenta de que él no tiene que trabajar hasta matarse para conseguir la aprobación del hombre o codiciar más allá de lo que es un don tuyo. Dale la habilidad de disfrutar de su éxito sin tener que luchar por más. Ayúdalo a sobresalir, pero libéralo de la presión de tener que hacerlo.
Oro para que tú seas el Señor sobre su trabajo, y que él pueda incluirte en todo los aspectos de su vida. Dale suficiente confianza en los dones que tú le has dado para que pueda buscar, encontrar y hacer un buen trabajo. Ábrele puertas de oportunidades que ningún hombre pueda cerrar.
Desarrolla sus habilidades para que crezcan y sean más valiosas con el paso de cada año. Muéstrame lo que yo puedo hacer para animarlo. Oro para que este trabajo sea establecido, seguro, de éxito, de satisfacción y recompensado financieramente. Que él “nunca deje de ser diligente; ante bien, sirva al Señor con el fervor que da el Espíritu” (Romanos 12,11). Deja que él sea como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera! (Salmo 1:3) Amén.
Aquí te dejo algunas... Herramientas de poder
“¿Has visto a alguien diligente en su trabajo? Se codeará con reyes y nunca será un Don Nadie” Proverbios 22:29
“No te afanes acumulando riquezas; no te obsesiones con ellas ¿Acaso has podido verlas? ¡No existen! Es como si les salieran alas, pues se van volando como las águilas “Proverbios 23: 4-5
“¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida? ¿O qué se puede dar a cambio de la vida?” Mateo 16:26
“Por causa del ocioso se viene abajo el techo y por la pereza se desploma la casa.” Eclesiastés 10:18
“!Que el favor del señor nuestro Dios esté sobre nosotros. Confirma en nosotros las obras de nuestras manos, sí, confirma la obra de nuestras manos.” Salmo 90:17
El poder de la esposa que ora, Omartien