No puedo contar las veces en un llamado al altar en que una madre está de pie detrás de un joven, de edades entre ocho y trece años, pidiendo oración por un espíritu rebelde que está sobre el joven. A veces he sentido al Espíritu Santo diciéndome que le pregunte a esa madre: “¿Y cuándo se divorció usted del padre de este niño?”. Con frecuencia, la persona se ve sorprendida y dice: “¿Cómo lo supo?”.
Muchos de los jóvenes en la actualidad que entra en el “estilo de vida alternativo” con frecuencia pueden recordar un momento concreto en el que recibieron abuso verbal o físico por parte de un adulto del mismo sexo, o quizá una muchacha vio abuso por parte de su padre o un hijo no tuvo ninguna autoridad masculina que supervisara su vida. Un espíritu de rechazo siempre atraerá un espíritu similar de rechazo. Esto se ve con frecuencia cuando una muchacha es criada en el hogar de un padre alcohólico; finalmente ella se casa con un hombre que también es alcohólico. Algunas jóvenes se enamoran de un joven que finalmente abusa de ellas física, sexual y verbalmente hasta el punto de llegar a aborrecer a todos los hombres. Buscando entendimiento, acuden hacia otra joven que haya tenido una experiencia parecida. Ambas fueron heridas por hombres, ambas recibieron abuso verbal, ambas fueron rechazadas, y ambas se entienden mutuamente.
Suena bien, ¿no es cierto? Pero es bueno solamente si sus afectos siguen siendo naturales y puros; en este caso, pueden ser sanadas de las heridas. Sin embargo, en muchos casos esta situación conduce a una relación entre dos personas del mismo sexo que continúa por muchos años. Así es como trabaja el maestro ilusionista. Observe el dolor en la mano derecha, pero a medida que se concentra en el dolor que hay en la mano derecha, la verdadera trampa está en la mano izquierda. Por tanto, la raíz no es el fruto, y el fruto no es la raíz; lo que usted ve con frecuencia está solamente en la superficie.
Vemos las adicciones y no las heridas, la rebelión y no el rechazo, la borrachera y no la depresión, y la ilusión pero no el engaño. Al igual que en la sugerencia de que la Sra. Houdini tenía una llave en su boca que fue utilizada para abrir las cadenas de su esposo, la llave de la liberación de una persona comienza con fe en su corazón de que Dios puede y está dispuesto a ayudar, seguido de la confesión de fe de la boca: Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. —Romanos 10:10
- Extracto tomado del libro Las jugadas de Satanás expuestas por Perry Stone.