Hoy desperté recordando el relato del nacimiento de Jesús. Si bien es conocido por casi todos en el mundo, no todos le damos el mismo valor o significado; algunos se emocionan más que otros, y algunos creen que simplemente es "la historia de Navidad.
"He aquí que la virgen quedará embarazada y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que, traducido, significa: Dios con nosotros." - (Mateo 1.23). Veintitrés minutos después de la una, Jesús vino al mundo para que pudiéramos ser redimidos de nuestros pecados.
Conocemos a Dios, y experimentamos su infinito amor en nuestras vidas a través de este gran sacrificio de amor. "Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna." (Juan 3:16). Él quiere tener estrecha comunión con nosotros, quiere ser invitado a todo lo que tenga que ver con nosotros. Es por esto que uno de los nombres de Dios, Emmanuel, significa: "Dios con nosotros." Él quiere estar con nosotros, íntimamente involucrado en nuestras vidas. Él quiere que conozcamos su voz y lo sigamos.
Sí, podemos escuchar a Dios de una manera personal e íntima. La profundidad de nuestra relación personal con Dios se basa en la comunicación íntima con Él. Él habla directamente a nuestro corazón para guiarnos, renovarnos, restaurarnos cada vez que lo necesitemos, Él está ahí para nosotros.
Inclina tu oído hacia Él y permanece quieto en su presencia. Él te hablará para decirte cuánto te ama, para darte a conocer sus planes y propósitos. Dios quiere satisfacer tus necesidades y hacer más de lo que podrías pensar o imaginar (ver Efesios 3:20). He nunca te dejará ni te desamparará (Hebreos 13: 5).
Escucha y conversa con Dios hoy. Toma un tiempo especial para buscarlo y encontrarte a solas con Él. Este es el día para comenzar a disfrutar ese regalo del amor de Dios. Él desea para vos, una nueva vida llena de justicia, paz, alegría y una real comunión e intimidad con Él.