"Yo haré que corra agua en el desierto y que broten arroyos en tierras secas. A tus descendientes les daré vida nueva y les enviaré mi bendición."
Pero hay algo que sí debes hacer y es creerle a Dios y actuar en consecuencia. Para ponerlo en ejemplo práctico, aunque veas que están procediendo en forma incorrecta, o que se equivocan, cuando te dirijas a ellos para regañarlos, no les digas "eres un desastre, nunca vas a cambiar" pues de ese modo los estás maldiciendo. Aunque la realidad de lo que ves ahora no te agrade, no dejes que el temor o la falta de fe se apodere de tus pensamientos. En ese momento precisamente es cuando tienes que recurrir a esta promesa, y orar: "Señor, yo creo en tus promesas sobre mis hijos, creo que les darás vida nueva y enviarás tu bendición".
Tu fe te sostendrá mientras esperas hasta ver cumplida esta Palabra en sus vidas. Dios lo ha prometido, tus hijos tendrán libertad, gozo, paz, serán bendecidos.
No te canses de orar por ellos. Tu fe es activa, mientras son pequeños, enséñales a amar a Dios, cuando son adolescentes, acompáñalos para que su fe no decaiga, facilítales actividades divertidas en ámbitos cristianos como campamentos, retiros, recitales, etc. Cuando van por la juventud, tu ejemplo de fe los impactará... y tu oración, en forma permanente. No te canses de interceder ante el trono de gracia.
Elige creerle a Dios. Ante cualquier circunstancia. Créele a Dios, Él no te fallará, pues todo lo que El promete, lo cumple.
Tu fe te sostendrá mientras esperas hasta ver cumplida esta Palabra en sus vidas. Dios lo ha prometido, tus hijos tendrán libertad, gozo, paz, serán bendecidos.
No te canses de orar por ellos. Tu fe es activa, mientras son pequeños, enséñales a amar a Dios, cuando son adolescentes, acompáñalos para que su fe no decaiga, facilítales actividades divertidas en ámbitos cristianos como campamentos, retiros, recitales, etc. Cuando van por la juventud, tu ejemplo de fe los impactará... y tu oración, en forma permanente. No te canses de interceder ante el trono de gracia.
Elige creerle a Dios. Ante cualquier circunstancia. Créele a Dios, Él no te fallará, pues todo lo que El promete, lo cumple.