Todos conocemos la oración que Jesús nos enseñó, y que conocemos como el "Padre nuestro". ¿Cómo sería si el Padre, dijera esta oración?
Hijo mío que estás en la Tierra, preocupado, confundido, desorientado, solitario, triste, angustiado...
Yo conozco perfectamente tu nombre, y lo pronuncio bendiciéndolo porque te amo.
¡No!.. No estás solo, porque yo habito en ti; juntos construiremos este Reino, del que tu vas a ser mi heredero.
Deseo que siempre hagas mi voluntad, porque mi voluntad es que tú seas feliz.
Debes saber que cuentas siempre conmigo porque nunca te abandonaré y que tendrás el pan para hoy.
No te preocupes. Solo te pido que siempre lo compartas con tu prójimo...con tus hermanos.
Debes saber que siempre perdono todas tus ofensas, antes incluso que las cometas, aun yo sabiendo que las harás, por lo que te pido que hagas tu lo mismo con los que a ti te ofenden.
Deseo que nunca caigas en la tentación, por lo que toma fuerte de mi mano y siempre aférrate a mí y yo te librare del mal.
Recuerda y nunca olvides que TE AMO desde el comienzo de tus días y TE AMARE hasta el fin de los mismos...
¡YO TE AMARE SIEMPRE, PORQUE SOY TU PADRE!
Mío es el Reino, el poder y la gloria, por los siglos de los siglos. Amén
Autor desconocido. Fuente: e-mail