Lázaro y sus hermanas, María y Marta, eran muy buenos amigos de Jesús. Su hogar en Betania parecía ser un lugar de descanso para Él cuando viajaba a Jerusalén. Iba allí, comía, descansaba y compartía los íntimos pensamientos del corazón de su Padre. Vemos esto en Lucas 10, cuando Marta se molesta porque hay que servir la cena y es necesario lavar los platos, pero María se sienta y escucha lo que Jesús tiene que decir (vv. 38-42).
María había aprendido a vencer la urgencia de lo que se esperaba que hiciera en lo natural, y a buscar seguir la prioridad de lo espiritual, una relación más profunda e íntima con Jesús, y a recibir lo que Él tenía que enseñarle. Cuando por fin Jesús arribó a Betania tras la muerte de Lázaro, Marta se levantó para preguntarle al Señor por qué no estuvo allí cuando lo necesitaban. El Señor le dijo: “ . . . si crees verás la gloria de Dios” (Juan 11:40, énfasis añadido).
la prioridad de lo espiritual |
* Chuck D. Pierce, Cómo redimir el tiempo, © 2009, pp. 33–36
- Tomado de la sección Lecciones de los guerreros de Dios de la Biblia para la guerra espiritual