
"¡Qué lío!", seguíamos diciendo los dos una y otra vez mientras alzábamos los brazos al aire. Mi esposo y yo habíamos pasado todo el día repasando cajas viejas llenas de cosas que habíamos almacenado durante los años. Habíamos apartado varios...
Tejedora
devocional, Espíritu Santo, Mujer, poder, REFLEXION