Algunas veces el problema que afrontamos es fabricado por nosotras mismas. Es en esos tiempos difíciles cuando nos preguntamos si Dios aún nos ayudará, nos fortalecerá y estará con nosotras. Si está afrontando este tipo de situación hoy, quiero animarle diciéndole que Dios no se ha rendido con usted. Él está con usted y le dará la fuerza para superar cualquier obstáculo, incluso si ese obstáculo es uno fabricado por usted misma.
Si lo duda, repase la historia de una joven mujer llamada Agar en el Antiguo Testamento. Agar era una esclava en la casa de Abraham. Ella fue también la mujer nominada como “madre de alquiler” cuando Sara decidió que Abraham tuviera un bebé acostándose con alguien más joven y más fértil que ella.
Como esclava, Agar probablemente no tuvo elección en el asunto. Así se hacían las cosas en aquella época. Pero una vez que se quedó embarazada del hijo de Abraham, ella pudo elegir cómo iba a reaccionar ante la situación, y no decidió muy bien. Hizo de una situación ya complicada algo peor, comportándose con altivez hacia Sara y tratándola con desprecio.