La Biblia dice: “Cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”. Esto significa que la manera en que te veas a tí misma determina tu salud física. Así que ¿cómo te ves en medio de tus síntomas, o después de escuchar el informe negativo de tu médico? Amada, la verdad es que a través de la obra consumada de Jesús en la cruz, eres completamente justa y estás completamente redimida de cada maldición de enfermedad. Eres la amada hija de Dios por el que Jesús hizo una obra completa para salvarte, sanarte y liberarte.
No te veas a tí misma como una enferma que trata de ser sanada. Eres justa, amada y sanada hija de Dios que está enfrentando algunos síntomas. ¡Ten ánimo! No hay enfermedad o condición que sea mayor que la obra perfecta y consumada que Jesús ha logrado para ti. ¡Declara lo que has sido hecha en Cristo y verás a tu cuerpo manifestar esta verdad!