Casi todos han oído de alguien, o conocen a alguien, que ha sido abusado verbalmente. Tal vez usted esté involucrado en una relación verbalmente abusiva. También es posible que nadie conozca su situación siquiera. El abuso verbal es como una golpiza que no deja evidencias, como las magulladuras de las golpizas físicas. Usted (o su amigo) puede estar sufriendo en silencio y en aislamiento.
En este artículo quiero abordar este tema muy importante en un esfuerzo por entender este fenómeno y brindar respuestas. Como toda área de la acción humana, comienza en la mente y el corazón. Proverbios 23:7 dice: “Cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.” Lo que una persona piensa en su mente y en su corazón se verá reflejado en sus palabras y en sus acciones. El abuso verbal y el abuso físico son el resultado de una forma de ver el mundo que claramente no es bíblica.
El abuso verbal suele ser más difícil de ver, ya que raramente hay cicatrices visibles, a menos que haya habido abuso físico. Pero a menudo es menos visible simplemente porque el abuso tal vez siempre ocurra en privado. La víctima del abuso verbal vive en un mundo cada más confuso. En público, la víctima está con una persona. Cuando está en privado, el abusador puede convertirse en una persona completamente diferente.
Frecuentemente, aunque no siempre, el perpetrador del abuso verbal es un varón y la víctima es una mujer. Hay muchos ejemplos de mujeres que son bastante abusivas verbalmente. Pero, para simplificar los pronombres en este artículo, voy a identificar al abusador como masculino y a la víctima como femenina.