Hay diferentes formas en las que podemos acercarnos y entrar en la presencia de Dios para escuchar su voz. Una de ellas es con el corazón dispuesto, una actitud respetuosa y sincera de alabanza y adoración. A Dios le encanta manifestar Su presencia y poder a las personas que están verdaderamente alabándolo y adorándolo. Y es en ese momento cuando Su presencia y poder llega, escuchamos Su voz, vemos milagros, personas son sanadas, vidas son cambiadas, y lo mejor y más importante, es que dicha transformación comienza adentro y se manifiesta hacia afuera.
¿Es esto algo de lo que deseas en tu relación con Dios? Cuando hablas con Él y escuchas Su voz, ¿no oras inicialmente porque quieres una clase de cambio o transformación en algún área de tu vida? Si le estás pidiendo que provea un nuevo o mejor empleo, eso es un cambio. Si estás orando por un ser querido para que llegue a conocer al Señor, eso es un cambio. Si le estás pidiendo a Dios que se revele más y que te ayude a crecer en madurez espiritual, eso es un cambio. Si estás orando por el adolescente que vive en tu calle para que deje de usar drogas, eso es un cambio. Si le está pidiendo a Dios para que te ayude a no perder los estribos tan fácilmente, eso es un cambio.
Por lo que sea que estés orando, una de las mejores formas de empezar es con alabanza y adoración. Esto mantendrá tu corazón justo delante de Dios y hará un camino para oír Su voz y para que tenga lugar un cambio en tu vida.
Cuando necesite oír la voz de Dios, alábelo y adórelo.
Entren por sus puertas con acción de gracias; vayan a sus atrios con alabanza. Denle gracias y alaben su nombre.
Salmos 100:4
Del libro "Hearing from God Each Morning" de Joyce Meyer.