El Todopoderoso y Soberano Señor, posee toda la gloria. Ningún plan puede tener éxito sin él, y ningún plan puede fallar con Él.
Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo habitan. Salmos 24:1
Porque para Dios no hay nada imposible. Lucas 1:37
¡Qué grande eres, Señor omnipotente! Nosotros mismos hemos aprendido que no hay nadie como tú, y que aparte de ti no hay Dios. 2 Samuel 7:22
Si nos enfocamos en buscar a Dios, Él que es bueno y nos ama, se ocupará de hacernos justicia y de suplir cada una de las necesidades.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mateo 6:33
Nadie es santo como el Señor; no hay roca como nuestro Dios. ¡No hay nadie como él! 1 Samuel 2:2
Dios es nuestro fiel refugio, nunca va a fallarnos. Cuando pasamos por momentos difíciles, es cuando más podemos experimentar el abrazo de Dios, su fidelidad, su bondad, su amor... Tal vez no lo veamos desde el comienzo, pero al pasar la tormenta, cláramente nos damos cuenta de que Dios siempre estuvo a nuestro lado.
Torre inexpugnable es el nombre del Señor; a ella corren los justos y se ponen a salvo. Proverbios 18:10
¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra. Salmos 73:25
Guíame, pues eres mi roca y mi fortaleza, dirígeme por amor a tu nombre. Salmos 31:3
Prueben y vean que el Señor es bueno; dichosos los que en él se refugian. Salmos 34:8
Porque yo soy el Señor, tu Dios, que sostiene tu mano derecha; yo soy quien te dice: “No temas, yo te ayudaré.” Isaías 41:13
Dios es mi salvación y mi gloria; es la roca que me fortalece; ¡mi refugio está en Dios! Salmos 62:7
Nuestra ayuda está en el nombre del Señor, creador del cielo y de la tierra. Salmos 124:8
Reconoce, por tanto, que el Señor tu Dios es el Dios verdadero, el Dios fiel, que cumple su pacto generación tras generación, y muestra su fiel amor a quienes lo aman y obedecen sus mandamientos. Deuteronomio 7:9
1 Timoteo 2:5Reconoce, por tanto, que el Señor tu Dios es el Dios verdadero, el Dios fiel, que cumple su pacto generación tras generación, y muestra su fiel amor a quienes lo aman y obedecen sus mandamientos. Deuteronomio 7:9
Cuando nos entregamos a Jesús, Él nos da el poder con mansedumbre para hacer su voluntad. Él hace todas las cosas maravillosamente en Su tiempo.
¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas. Josué 1:9
Grande es el Señor, y digno de toda alabanza; su grandeza es insondable. Salmos 145:3
Señor, tú eres mi Dios; te exaltaré y alabaré tu nombre porque has hecho maravillas. Desde tiempos antiguos tus planes son fieles y seguros. Isaías 25:1
Dios nos acompaña y ayuda a llegar a la meta. Él prometió acompañarnos hasta el fin.
¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? Romanos 8:31
Si buscamos a Dios de todo corazón, vamos a encontrarnos con él.
Como adoradores, hemos de seguirle primero, mantenerse en forma, cantar una nueva canción, y adorarle. Hemos de hacer el bien y estar listo para el día venidero. La victoria descansa con el Señor.
Nosotros amamos a Dios porque él nos amó primero. 1 Juan 4:19
Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Marcos 12:30
Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.
Pero si desde allí buscas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, lo encontrarás. Deuteronomio 4:29
Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Salmos 42:1
Nosotros amamos a Dios porque él nos amó primero. 1 Juan 4:19
Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Marcos 12:30
Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.
Oración: Jesús, enséñame a seguir Tus sendas y Tus caminos. Perdóname por quedarme detrás en la carretera que pusiste delante de mí. Gracias por tu gracia y misericordia que habita en mí. No puedo imaginar la grandeza de tu amor. Has bien conmigo como siempre lo haces con tus siervos. Te bendigo este día. Amén.