El agua debe ser húmeda. El fuego debe ser caliente. Uno no puede quitarle la humedad al agua y seguir teniendo agua. Uno no puede quitarle el calor al fuego y seguir teniendo fuego.
Del mismo modo, no podemos quitarle el amor a Dios y pretender que siga existiendo. Porque Dios fue y es amor.
Examínalo bien a fondo. Explora cada rincón. Investiga cada ángulo. Solamente encontrarás amor. Vete al principio de cada decisión que Él haya tomado y lo encontrarás. Vete al final de cada historia que haya contado y lo verás.
AMOR.
Ni amargura. Ni mal. Ni crueldad. Solo amor. Amor intachable. Amor apasionado. Vasto y puro amor. Él es amor...
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados.
1 Juan 4:10
Hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
1 Juan 4:16
Nosotros amamos a Dios porque él nos amó primero.
1 Juan 4:19
Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida.
Isaías 43:4
¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él.
1 Juan 3:1
Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.
Romanos 8:38-39
El Señor es clemente y compasivo,
lento para la ira y grande en amor.
Salmos 103:8
Y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios.
Efesios 5:2
Max Lucado