Mi amiga me comprende, eso es lo que más me gusta de ella.
Con sólo cruzar una mirada con ella, ya sabemos
qué estamos pensando.
Cuando estoy preocupada, ella lo percibe, y su llamado o mensaje de texto no se hace esperar.
Mi amiga sabe acompañarme en mis aventuras,
con entusiasmo y dándome aliento, o con la
palabra justa cuando debe aconsejarme prudencia.
Mi amiga es sensible, sabe ver más allá de las palabras y es especialista en escuchar.
Mi amiga es sabia, sus palabras son justas y reconfortantes, su sabiduría viene de su relación con Dios.
Mi amiga es distinta a mi, pero somos almas gemelas.
Mi amiga es divertida, es compañera, es constante y fiel. Mi amiga sabe ponerse en mi lugar.
Tal vez no sepas cuánto te amo, amiga del alma, pero hoy quiero decirte gracias por tu amistad.
Hoy te dedico esta hermosa Palabras, pues describe mi sentir: "Con un buen perfume se alegra el corazón; con la dulzura de la amistad se vuelve a la vida." Proverbios 27:9
Hoy te dedico esta hermosa Palabras, pues describe mi sentir: "Con un buen perfume se alegra el corazón; con la dulzura de la amistad se vuelve a la vida." Proverbios 27:9