Jesús llama a todos los creyentes a tener una fe como de niño, reconociendo su inocencia, la dependencia, la humildad y la obediencia. Los niños son también vulnerables en muchos aspectos. Cuando un niño está enfermo, debe romper nuestros corazones y nos debe mover a orar. Oremos por todos los niños, especialmente los enfermos, para que Dios los sane y ellos puedan crecer en su conocimiento y amor por Dios.
ORA POR LOS NIÑOS
Salmos 127
1 Si el Señor no edifica la casa,
en vano se esfuerzan los albañiles.
Si el Señor no cuida la ciudad,
en vano hacen guardia los vigilantes.
2 En vano madrugan ustedes,
y se acuestan muy tarde,
para comer un pan de fatigas,
porque Dios concede el sueño a sus amados.
3 Los hijos son una herencia del Señor,
los frutos del vientre son una recompensa.
4 Como flechas en las manos del guerrero
son los hijos de la juventud.
5 *Dichosos los que llenan su aljaba
con esta clase de flechas.
No serán avergonzados por sus enemigos
cuando litiguen con ellos en los tribunales.
Aprendiendo a orar