¿Qué estoy haciendo aquí? —me pregunté—. ¿Cómo sucedió? ¡Nunca pedí algo como esto!
Pero allí estaba yo, parada sin aliento tras caminar por un sendero largo y empinado para llegar a la ventosa meseta de Masada. Esta fortaleza antigua de los judíos en Israel tiene una vista al Mar Muerto, unos 397 m hacia abajo. Junto con un grupo de estudiantes de seminario, guiado por mi esposo, Jim, habíamos subido hasta la cima de este rico lugar histórico. Jim me había invitado a viajar a Israel con él mientras dirigía el grupo de estudiantes. Ellos vinieron para aumentar su conocimiento de la historia bíblica, pero yo vine en búsqueda de la tierra y del contexto donde vivió la mujer de Proverbios 31. Si has leído mi libro Beautiful in God’s Eyes [Hermosa a los ojos de Dios], sabrás que allí descubrí algunos aspectos de sus raíces, lo que me hizo comprender ¡cuán maravillosa era!
Uno de los hechos interesantes acerca de esta mujer es que se le describe como una “mujer virtuosa” (Pr. 31:10). Esta palabra se usa más de 200 veces en la Biblia para describir un ejército. Se utiliza para hacer referencia a hombres de guerra y aquellos preparados para la guerra. Y de manera muy apropiada, nuestra dama de Proverbios 31 era una guerrera cuando se trataba defortaleza mental y de energía física.
¿Qué se necesita para convertirse en una guerrera de la oración?
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