Puedse comenzar en este mismo instante a pasar del “pozo del dolor” a la llanura de la estabilidad, la sanidad y la paz mental. Como médico en ejercicio por más de veinticinco años, he visto un dramático ascenso en la depresión y la ansiedad en mis pacientes. Las estadísticas sobre trastornos de salud mental son absolutamente asombrosas. Se calcula que el 26,2 por ciento de los adultos de la sociedad actual, aproximadamente una de cada cuatro personas, sufre un trastorno mental diagnosticable. También están normalmente estresados al máximo, y el nivel de estrés está aumentando. Creo que están experimentando estrés significativamente mayor en el presente. Los actuales periódicos y las redes de noticias que informan las veinticuatro horas con frecuencia informan de noticias, como amenazas de guerra y terrorismo, que causan que las personas se vuelvan deprimidas y ansiosas.
Y lo que muchos están experimentando de primera mano es incluso más estresante que lo que ven en las noticias. Debido a la espiral descendente en la economía, muchos están perdiendo sus empleos, sus casas debido a las ejecuciones hipotecarias, o han perdido una gran cantidad de sus ahorros en el mercado de valores. Muchas personas que aún tienen un empleo trabajan más y más duro en los mismos puestos; algunos por menos salario y con menos beneficios para el trabajador.
Situaciones como estas pueden causar que incluso los más optimistas de nosotros nos volvamos estresados, ansiosos, preocupados, temerosos o un poco abatidos. Pero para algunos, estos sentimientos no pasan con rapidez; en cambio, se quedan y se convierten en depresión y ansiedad.
La depresión y la ansiedad pueden conducir a grave dolor emocional juntamente con síntomas físicos, matrimonios y relaciones destruidas, abuso de sustancias o pérdida del empleo como resultado de las ausencias habituales. La depresión y la ansiedad pueden llegar hasta el punto de evitar que vivas una vida productiva y satisfactoria. Si esto te describe a ti o a algún ser querido, es probablemente el resultado de la depresión o la ansiedad; o ambas. Por ahora nos enfocaremos en la depresión.
Como dije, es normal que las personas se sientan “bajas” o estén “desanimadas” cuando experimentan una circunstancia triste, como la muerte de un ser querido o un amigo, la pérdida de un empleo, un divorcio, separación o alguna otra pérdida importante. Sin embargo, cualquiera que experimente depresión continua sin una causa reconocible debería saber que puede que eso sea una señal de advertencia de importante depresión, una aflicción que afecta a millones de personas en todo el mundo.
La buena noticia es que puedes vencer esos estados. Dios te ha proporcionado recursos en las esferas tanto natural como espiritual para derrotar la depresión y la ansiedad. A medida que des los pasos positivos, la esperanza debería comenzar a sustituir a la depresión y la paz interior vencerá la ansiedad. (Nota: si tu depresión persiste o empeora, consulta con un médico, pastor, psicólogo, consejero de salud mental o consejero cristiano. A veces incluso los más fuertes entre nosotros necesitan una mano que les ayude a vencer un obstáculo).
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. —Filipenses 4:6-7
Factores espirituales de la depresión
Todos los tipos de depresión tienen un hilo espiritual común: la falta del gozo de Dios en nuestra vida. Sin gozo en nuestro corazón, nos quedamos sin la energía necesaria para lograr el propósito de Dios para nuestra vida. Pero cuando somos llenos del Espíritu Santo, nuestro pensamiento se vuelve cada vez más como el pensamiento de Dios, y somos llenos de la creencia de que todo es posible mediante la fe.
Dios nos promete hacer pleno nuestro gozo. “Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido” (Juan 15:11). Yo creo que el mejor antidepresivo en su vida es la Palabra de Dios. Confía en las promesas de Él y busca Su gozo abundante por medio de:
- La lectura de la Biblia diariamente y la meditación en su Palabra
- Ser lleno diariamente del Espíritu Santo de Dios
- Memorizar escrituras
- Practicar el pensar según la Palabra de Dios (Filipenses 4:8), hablar palabras dignas de fe, desechar pensamientos que sean contrarios a la Palabra de Dios y practicar la gratitud.
Tomado de La nueva cura bíblica para la depresión y ansiedad por el Dr. Don Colbert.