Isaías 60:1 "Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz..."
Nunca me ha gustado mucho la oscuridad. Siempre, hasta la fecha, necesito dejar una lucecita prendida durante la noche, porque me gusta poder ver al abrir los ojos.Mi esposo se ha tenido que ajustar a esta costumbre mía, porque a él le encanta dormir en completa oscuridad. Se ha prestado para algunas conversaciones interesantes a lo largo de nuestro matrimonio.
Siento que la luz es mi amiga, que llega para ayudarme. En este verso de Isaías, captamos la misma idea. "Luz" significa "iluminación, resplandor... alegría, amanecer". Me llama la atención que incluye la alegría como un elemento de su significado. Los científicos nos dicen que en los países donde hay menos luz, hay más depresión y suicidio. En cambio, en los países que gozan de mucha luz, tienden a vivir personas más alegres y apacibles.La Biblia utiliza la misma idea de la luz para representar cosas como la salvación, el conocimiento y el evangelio. El salmo 27:1 dice: "Jehová es la luz, y mi salvación, ¿de quién temeré?". Una de las cosas que produce la oscuridad es el temor. Las ocasiones que recuerdo haber sentido más temor, han sido cuando todo está oscuro. Sin embargo, cuando llega Dios a tu vida, una de las cosas que trae con Él es luz, una seguridad, una ausencia de temor.
Job 11:17 también nos dice que con Dios, nuestra vida será más clara que el mediodía; y aunque oscureciere, será como la mañana. A pesar de las circunstancias, los problemas, las dudas que producen oscuridad y temor en nuestra vida, podemos gozar de completa claridad como el que uno disfruta al mediodía y la mañana.
Cuando entra la luz por la ventana de tu habitación, produce por lo normal, algunas reacciones muy definitivas. Isaías las menciona como el levantarte y resplandecer.La mayoría de nosotros nos levantamos cuando es de día y llega la luz. Sin embargo, el significado completo de esta palabra incluye varias ideas más que la de simplemente salirse de la cama (aunque también incluye ésta).
La luz connota también el cambio. Romanos 13: 12-13 se refiere al cambio en nuestras actividades cuando hemos llegado a ser hijos de luz. Dice que debemos desechar las obras de las tinieblas y vestir las armas de la luz. Sigue alistando estas obras de tinieblas como mentira, glotonería y borrachera, lujuria y lascivia, contiendas y envidia. Son las cosas que debemos desechar, dejar atrás, y no permitir más en nuestra vida. La luz debe cambiarnos en todos los aspectos de nuestra vida.
Otra parte de su significado es el de ser establecidos. Cuando llega la luz de Dios a tu vida, trae una seguridad y te afirma como persona y mujer. Deuteronomio nos recuerda que Él es quien nos hizo y estableció (32:6). Dios nos creó y conoce nuestra necesidad como mujeres de sentirnos seguras en nuestra identidad y nuestras emociones. Y cuando falta un poco más de este tipo de luz, Él es quien nos va perfeccionando. 1 Pedro 5:10 nos recuerda que Él nos perfecciona y también nos establece. Él te da la confianza, seguridad y estabilidad necesaria para cumplir con todos sus propósitos.
Cuando hayamos recibido y aceptado su luz en nuestra vida, y logremos ver los efectos de dicha luz, resplandecer será un resultado natural de ello. Seremos personas de claridad, de iluminación también para otros. Seremos luz en situaciones oscuras y tristes, luz en la depresión, luz en el pecado. La luz de Dios resplandecerá, será reflejada de nuestra vida hacia aquellos que aun siguen en tinieblas. Mateo 13:43 lo describe así: "Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre".
Jesús llegó a este mundo de oscuridad para ser Luz del Mundo. Cuando Él subió al cielo, mandó sobre nosotros esa luz. Ahora nos toca levantarnos y ser cambiados, restaurados y establecidos por esa misma luz; después podremos resplandecer y reflejar su luz a un mundo necesitado. Filipenses 2:14-15 nos enseña que debemos ahora vivir de manera diferente y ser luminares en el mundo.
Permite que su luz eche fuera todo temor. Levántate del lugar de inseguridad y oscuridad en el que estabas, y sé establecida y fortalecida en tu interior para así reflejar la obra de Dios en tu vida.
--Nolita W. de Theo es la autora de La mujer de Sus sueños, publicado por Casa Creación. Además, contribuye con artículos para revistas y edición de libros. Reside en Houston, Texas, junto a su familia.