Si tú sabes que te amo,
te protejo y te defiendo
Soy Amor, siempre lo he sido
nunca dejaré de serlo.
Soy tu Padre Celestial
por tí y por los tuyos velo;
aunque tú me seas infiel,
Yo siempre fiel permanezco.
¡Es tanto lo que te amo!
Nunca podrás comprenderlo
por eso me gozo en tí
cuando me dices : te quiero.
Me agradas cuando me hablas,
cuando te tomas tu tiempo
para confiar en Mí
todo lo que llevas dentro.
Sigue confiando, espera,
sigue amándome y sirviendo;
son aquellos que me aman
los que llevarán el premio.
Yo estoy contigo y te esfuerzo
pues el cielo es de valientes
y con valientes yo cuento.
Si sufres persecución
por causa del Evangelio
resiste todo temor
con el amor que es perfecto.
Recuerda, nunca lo olvides;
soy tu Padre y te defiendo;
te amo, te amaré siempre
nunca dejaré de hacerlo.
Zaida C. de Ramón