No conozco a nadie que trabajara más duro o más horas que mis padres cuando yo era niño. Sin embargo cada domingo de mañana nunca había una discusión de que si iríamos a la iglesia o no. si uno todavía estaba vivo y era el domingo de mañana, pues iba a la iglesia. Por supuesto, "iglesia" comenzaba con la escuela dominical. (Cuando aún era niño, mi amor hacia Dios comenzó y se profundizó por medio de maestros fieles).
También me privaron de muchas cosas. Puedo contar con mis dedos las veces que me dejaron mirar la televisión el domingo a la tarde. Más bien pasamos horas en la iglesia en el culto, que duraba de 2 a 4 horas, con adoración y mucha oración.
Nuestros cultos no se celebraban solamente los domingos. El miércoles siempre había estudios bíblicos y oración. Y frecuentemente había avivamientos por unas dos o tres semanas. Se hacían cultos especiales para ganar a los nuevos. Y con todo no me acuerdo haber faltado a un culto para descansar, ver televisión o hacer mis deberes de escuela.Yo sí hacía todo mi trabajo, y Dios me ayudaba a ganar buenas calificaciones. Pero nos enseñaron que Dios honra a los que le ponen a Él primero.
De esta manera, se verá que yo fui arruinado. Crecí habiendo hecho una consagración sincera a Dios. Comprendí que la dedicación a la iglesia y la obra de Dios siempre están en primer lugar.
Hoy en día parece que la gente tiene más fe que mi padres tenían. Ellos creen que sus hijos van a crecer teniendo un amor profundo para Dios, aún cuando no son fieles a la iglesia. Creen que si van a la iglesia de vez en cuando los hijos saldrán bien, aun sin la enseñanza de la escuela dominical.
Bueno, tal vez sus hijos no están "arruinados" como yo lo fui. Tal vez sean más equilibrados en la vida... tal vez.
Gracias, mamá, gracias, papá. Este es el camino que yo prefiero.
Harold Motts