No es el conocer mucho sino conocer lo que es útil
Un artista muy dedicado, llamado Mark, había trabajado durante años en una revista. Era un experto con el cuchillo xacto, la regla y la máquina enceradora cuando de forma cuidadosa recortaba las columnas de copias y las pegaba en los paneles de arte para enviarlos a imprimir. En su tiempo libre, Mark comenzó a leer sobre los programas de computación para diseño y sus efectos en las revistas y libros de industrias. La compañía ofreció enviar a Mark a una escuela para aprender la nueva tecnología, pero este no quiso, convencido de que todavía podía trabajar más rápido y mejor que una computadora artística.
La prueba fue cuando a Mark y a sus competidores especializados en programas para computadoras se les entregó para producir dieciséis páginas de una revista. Aquellos que utilizaron la nueva tecnología trabajaron más rápido, sin error. En su prisa. Mark olvidó pegar un párrafo clave de una historia y duplicó una frase en otra. Cuando el papel parafinado se atascó. Mark supo que estaba en problemas.
Cuando lo estaban relevando de su trabajo, el jefe de Mark le dijo con mucha pena:
- Mark, eres como un gran constructor de de carreteras. Por desgracia, la gente de hoy en día maneja poderosos autos con motores de combustión interna, no un grupo de mulas.
Mark todavía está buscando un editor que aprecie su viejo método. A sus amigos les dice:
- Creo que estos programas de diseño computarizado pueden ser un fraude. Algún día, los editores necesitarán gente como yo otra vez.
A veces no queremos probar cosas nuevas por temor a lo desconocido, al cambio, o tal vez miedo a perder la esencia. La realidad es que muchas cosas nuevas son productivas y nos ayudan a mejorar y a progresar.
Dios quiere que progresemos, que seamos los mejores en lo que Él nos mandó a hacer, y para eso nos da todas las herramientas necesarias, sólo tenemos que animarnos a usarlas, prepararnos y usarlas bien.
Traducción: Grupo Nivel Uno, lnc.