¿Qué representa Cristo para nuestro corazón? ¿Cuál es nuestra vida todos los días? No se trata solamente de lo que decimos de Él, sino en el hecho de estar frente a las tentaciones, saldremos por Él victoriosos de la prueba. ¡He aquí el poder! ¡He aquí Cristo!. Si, por el contrario, en presencia de una tentación, cedemos, esto significa que la realización de poder de Cristo en nosotros no está a la altura de la prueba, y que esto nos pasa a veces porque nuestra constante debería ser el hacer brillar a Cristo mas y mas. Si hoy no mostramos a Cristo sino en apariencia, hemos perdido nuestro tiempo sobre esto. Igualmente si conocemos muchos pasajes de nuestra Biblia, todo este tiempo ha sido en vano. En el momento que, en presencia de una situación, nuestra manera de ser es la misma, Cristo no tiene lugar en nuestro corazón, y hemos perdido nuestro tiempo. Y podemos preguntar a cada uno que, si al instante de la tentación, la cantidad de conocimiento los ha librado. ¡Nunca!- Es Cristo quien nos libra. Si Cristo es precioso al corazón, uno pasa por una circunstancia siendo superior a la circunstancia. Y la belleza de este capítulo, es que encontramos a un hombre superior a todos. Él ha sido puesto en el fondo de la prueba, su corazón ha sido trabajado en lo mas hondo, y la mas grande de las pruebas ha sido probablemente ver el estado inquietante de los cristianos por todas partes. Pablo, por así decir, sale vencedor de todo esto; no es abatido.
¡Que felicidad, queridos amigos, es fortalecerse en las realidades vivas de la fe y de la verdad cristiana! Uno se da cuenta que no le pone atención a la Palabra, se acomoda a los hábitos y a las palabras mundanas, y poco a poco pierde la fuerza. Esto puede suceder en un verdadero cristiano, en una familia, en una asamblea. Si el Señor no habla de una manera u otra, una asamblea se duerme y poco a poco se mundanaliza, luego pasado un tiempo, es notoria esta mundanalidad. La noción del bien y del mal disminuye y con ella la suavidad de la conciencia.
Es necesario ser un cristiano ante Dios, ante Cristo.. Si somos cristianos ante los hermanos ante de serlo ante Dios, torceremos el orden de las cosas y no iremos muy lejos en nuestra vida cristiana.
-Cristo es mi vida, declara Pablo. ¿Deseáis matarme? Matadme, voy al cielo; voy allí donde está mi corazón: vosotros me liberáis.-Sin ir mas lejos, ¿el corazón de cada uno de nosotros está presto a partir? ¿No hay cadenas, lazos, un hilo que te retenga en este mundo? Si el Señor viniera ahora, ¿nuestro corazón diría: Señor, es esto que espero?- He aquí el poder de la vida cristiana.
Traducido de "El Mensajero Evangélico " año 1980