La perseverancia en la oración produce milagros.
Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. Mateo 7.7 (NVI)
Ya llevaba 5 años de casado con mi amada esposa, intentando cada año concebir un hijo. Para nuestra sorpresa a mi esposa la declararon los médicos estéril. Fue un golpe emocional muy duro, sobre todo para mi esposa.
Yo la animaba diciéndole que íbamos a tener dos hijos, una niña y después un niño; era cuestión de tener fe en Dios y saber esperar. Ella era incrédula y me decía que era mejor que buscara otra mujer. Esto hacía que la amara más y más, y así mismo que aumentara mi fe en Dios.
De un momento a otro a mi esposa le detectaron miomas en los ovarios. Tenía endometriosis y tenían que operarla. Seguí orando a Dios. Antes de la operación, cuando el médico analizó los exámenes le dijo que estaba embarazada y que no había necesidad de operarla. Ese día marcó mi vida para siempre.
Nueve meses después nació una hermosa niña y la llamamos María Camila. Dos años más adelante nació un niño al que llamamos Santiago. De esta forma entendimos que nunca debemos perder la fe en Dios, que debemos saber esperar.
Oh Dios, recuérdanos que la esperanza siempre está presente si sabemos confiar en ti. Amén.
Sr. Milton Marino Vélez (Cali, Colombia)