Encontrar a la persona ideal para amarla para toda la vida puede ser uno de los mayores desafíos que enfrentan los jóvenes solteros, varones y mujeres, hoy en día. En la lista de requisitos ideales, figura un compañero/a que sea sensato, fiel, maduro, disciplinado, inteligente, resuelto, amable, abnegado, atractivo y piadoso... y a veces es muy difícil de reunir todo esto en una sola persona. Encontrar a esa persona maravillosa es sólo la mitad de la tarea, luego viene conseguir que esa persona se interese en uno.
Lo dificil que es el identificar y atraer a la pareja ideal está demostrado muy claramente por las actuales estadísticas de la desintegración de la familia.
La duración promedio de los matrimonios destruidos es de sólo siete años, y la mitad de ellos se deshace tres años después de la boda. ¿Cómo puede ocurrir eso? Ninguna de esas parejas esperaba el conflicto y el dolor que se produjo tan rápidamente.
De pie ante el altar se habían prometido fidelidad para siempre, sin jamás imaginarse que estaban cometiendo el mayor error de sus vidas.
¿Por qué ocurre este choque con la realidad y cómo puede ser evitado? Parte del problema es que muchas parejas se casan sin haber tenido el ejemplo de un buen matrimonio en sus hogares durante sus años de formación o desarrollo. Si la mitad de las familias se están desintegrando hoy día, eso quiere decir que la mitad de los adultos jóvenes que están en edad de casarse sólo han visto conflictos y desilusión en el hogar. Estos jóvenes han sentido la indiferencia y han "escuchado" el frío silencio entre sus padres. No es de extrañarse que los recién casados de hoy en día tengan tantas dificultades al comienzo de su matrimonio. Algunos deciden no casarse debido a sus dudas acerca de poder llegar a tener un matrimonio duradero.
Hemos caído en ciertas formas de conducta que debilitan el lazo matrimonial e interfieren con las relaciones duraderas. Entre esas costumbres destructivas se encuentra la tendencia que tienen los hombres y las mujeres jóvenes de casarse con personas que casi no conocen. Una pareja se pasa un sinnúmero de horas hablando durante su noviazgo, y los dos creen que se conocen bien. Pero el noviazgo está diseñado para ocultar información, no para revelarla. Los novios hacen lo posible por causar una buena impresión, escondiendo costumbres, imperfecciones, temperamentos y hechos que los puedan hacerse sentir avergonzados. Por lo tanto, la novia y el novio se casan habiéndose hecho una serie de suposiciones acerca de cómo será la vida de ellos después de la boda. Unas pocas semanas después, se produce un enorme conflicto cuando descubren que difieren radicalmente en aquellos asuntos que cada uno considera inflexibles. Entonces se prepara el escenario para las discusiones y las ofensas que nunca ocurrieron durante el noviazgo.
Idea de Dios
No es cierto que ya no se pueden establecer buenos matrimonios y que los esposos y las esposas están destinados a herirse y a rechazarse mutuamente. La familia fue idea de Dios y El no se equivoca. Dios observó la soledad que afligia a Adán en el huerto del Edén, y dijo: "No es bueno que el hombre esté solo." Por eso es que El le dio una mujer para que ella compartiera los pensamientos de él y sintiera el toque de su mano. El matrimonio es algo maravilloso cuando funciona como debe.
Para ello, la comunicación es una de las bases de una pareja exitosa. La mutua comunicación lleva a un conocimiento más profundo entre ambos. Y la comunicación que no puede faltar es de ambos con Dios.
Continuará
PO
Bibliogr. Amor para toda la vida, Dobson