Dice la Biblia: "Nuestra boca se llenará de risa". Sal 126:2. La risa une a las personas y es la distancia más corta entre dos personas, especialmente en el matrimonio.El sentido del humor tiene diferentes enfoques. Algunas personas se ríen a carcajadas con las payasadas de los Tres Chiflados, mientras que otras disfrutan del humor más del tipo intelectual, como el de Woody Allen. La investigación moderna indica que la gente con sentido del humor tiene menos síntomas de enfermedades físicas que la que no lo tiene. Por supuesto que esta idea no es nueva. Desde los tiempos del rey Salomón, la gente ha sabido y ha aplicado los beneficios curativos del humor. Como nos dice Proverbios: "Gran remedio es el corazón alegre" (17:22).
La alegría trae más que beneficios psicológicos a un esposo y su esposa. La alegría nos ayuda a lidiar con las cosas de la vida. Sin embargo, uno no necesita ser un cómico profesional para beneficiarse de la comedia. Viktor Frankl es un ejemplo de cómo el humor puede darle poder a una persona para contender con circunstancias horribles. En su libro titulado "El hombre en busca de Sentido",
Frankl habla acerca de cómo hizo uso del humor para sobrevivir a sus años de prisión durante la Segunda Guerra Mundial. Él y otro prisionero inventaban por lo menos una historia divertida por día para ayudarse a lidiar con los horrores que estaban viviendo.
Las personas que tienen un buen sentido del humor son menos propensas a sufrir de agotamiento y de depresión, y tienen mayor probabilidad de disfrutar de la vida en general, incluyendo su matrimonio. En cuanto a los beneficios físicos, nuestro sistema cardiovascular y nuestro sistema respiratorio se benefician con más de veinte segundos de carcajadas que de tres minutos de ejercicio en una máquina de remar. A través de la risa, los músculos dejan de estar tensos y se liberan sustancias neuroquímicas en la corriente sanguínea, creando el mismo sentimiento que experimentan las personas que trotan y que se conoce como "euforia del corredor".
Así que, no seamos tan serios. Puede que aprender a reírse un poquito más nos salve la vida, sin mencionar nuestro matrimonio. Parafraseando a Henry Ward Beecher: "Un matrimonio sin sentido del humor es como una carreta sin amortiguadores: da tumbos con cada piedra del camino".
DRES. LES y LESLIE PARROTT - www.hacedoras.blogspot.com
