Carta de tu Padre, Dios
Mi Querido Tesoro Especial:
...He visto tu aflicción, te he mirado en lo secreto. He escuchado tu clamor, conozco e interpreto tu silencio. He mirado y recogido cada lágrima que tus ojos han derramado. He sentido tu corazón querer estallar y la furia arder en tu pecho cuando frustrado(a), no consigues entender el propósito de lo que estás pasando en tu vida.
He escuchado tus preguntas y tus muchos cuestionamientos. He sentido también el dolor, cuando impotente dudas de lo que te he prometido. Yo soy Dios, no existe nadie que te conozca mejor que yo. Conozco cada centímetro de tu estatura, los detalles de tu cara y cuántos cabellos hay sobre tu cabeza. Soy el que te dice: ¡No temas! Esta situación parece muy grande y piensas que se ha salido de tus manos. Pero es el momento de dejar tus cargas y tristezas sobre mí y aprender a descansar en mi reposo.
Mi Querido Tesoro Especial:
...He visto tu aflicción, te he mirado en lo secreto. He escuchado tu clamor, conozco e interpreto tu silencio. He mirado y recogido cada lágrima que tus ojos han derramado. He sentido tu corazón querer estallar y la furia arder en tu pecho cuando frustrado(a), no consigues entender el propósito de lo que estás pasando en tu vida.
He escuchado tus preguntas y tus muchos cuestionamientos. He sentido también el dolor, cuando impotente dudas de lo que te he prometido. Yo soy Dios, no existe nadie que te conozca mejor que yo. Conozco cada centímetro de tu estatura, los detalles de tu cara y cuántos cabellos hay sobre tu cabeza. Soy el que te dice: ¡No temas! Esta situación parece muy grande y piensas que se ha salido de tus manos. Pero es el momento de dejar tus cargas y tristezas sobre mí y aprender a descansar en mi reposo.