Así que, no se preocupen por el día de mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. ¡Ya bastante tiene cada día con su propio mal! Mateo 6:34 (RVC)
Piensa en el día de mañana como si fuera un hijo tuyo. No importa con quién estés o qué estés haciendo, siempre intenta reclamar tu atención. Por supuesto que, al igual que con tu hijo, es importante para ti y quieres estar seguro de que serás capaz de cuidarlo. Ignorarlo sería, pues, imprudente y perjudicial. Pero también es cierto que, de vez en cuando, necesitas un breve descanso.Actualmente, todo el mundo vive demasiado distraído. Parece como si nadie supiera cómo disfrutar el momento o la etapa actual de sus vidas. Esta obsesión por vivir en dos tiempos a la vez, el presente y el futuro, puede producir estrés. Estoy haciendo lo posible por ser una excepción a esta tendencia. Me esmero por estar en el presente con las personas que en ese momento están en mi presencia.
Si eres como yo, exigente y orientada a metas fijas, tendrás que hacer un esfuerzo por aprender a ejercer cierta disciplina mental para estar presente con las personas en un entorno dado. Una de las estrategias que suelo utilizar es aislar un bloque de tiempo en el que pueda estar sin pensar en lo que tengo que hacer después. Prefiero esperar a estar con alguien hasta poder dedicarle más que unos pocos minutos, para que la persona en cuestión no se sienta frustrada por mi atención dividida y mi horario apretado. (No utilices esto como una excusa, sino más bien como una prioridad a la hora de planificar tu agenda).