Muchas mujeres sufren la tristeza de saber que sus esposos no están siguiendo al Señor.
Usted puede ser convertida a Cristo, pero su marido aún resiste el Evangelio. ¿Qué hacer ahora? Pedro responde a esta pregunta: "Así mismo, esposas, sométanse a sus esposos, de modo que si algunos de ellos no creen en la palabra, puedan ser ganados más por el comportamiento de ustedes que por sus palabras,
1Pe 3:2 al observar su conducta íntegra y respetuosa." (1Pe 3:1 -2 NVI). En los versículos que siguen (3-6), habla de cómo las mujeres deben conducirse, sin tratar de impresionar a tu pareja con las modas y actitudes mundanas.
Aquí hay algunas sugerencias específicas sobre cómo ayudar a tu esposo a aceptar al Señor:
- Evita culpar y criticar (Proverbios 21:9). Esto sólo hará que a él no le guste y desprestige al Dios que servimos.
- Mímalo y demuestra tu amor (Tito 2:4). La verdadera cristiana será una esposa mejor que antes. Va a estar más atenta a su cónyuge y sus necesidades.
- Sé una buena ama de casa (Tito 2:5). Sé diligente con tu trabajo doméstico, cuida de tu familia, lee la Biblia y ora. Es difícil pero no imposible realizar estos deberes de toda esposa cristiana.
- Lee 1 Corintios 13:4-7 con frecuencia, incluso a diario. Practica cuidadosamente lo que estos versículos enseñan.
- Sujétate a tu esposo en todo, ya que no quieres volver a desobedecer a Dios. (Colosenses 3:18, Efesios 5:22-24, Hechos 5:29). Él va a comprender mejor la forma de la autoridad de Dios si le muestras que sí puedes ser sumisaa a él. Si él te pide que hagas lo que está mal, la amabilidad de explicar tu determinación de poner a Dios primero será la mejor alternativa en lugar de rechazarlo con dureza.
- Mantén tu dominio propio y paciencia (Proverbios 16:32, 2 Pedro 3:9). Puede tomar años que su corazón obstinado se ablande ante el amor de Dios. Y no olvides, mientras que él está vivo, hay esperanza.
- Orad siempre (1 Tesalonicenses 5:17).