De repente, un resplandor brillante iluminó el cielo, y un ángel de Dios apareció sobre ellos y comenzó a hablarles:
"No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. Esto les servirá de señal: Encontrarán a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre." De repente apareció una multitud de ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían: "Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad." Cuando los ángeles se fueron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: "Vamos a Belén, a ver esto que ha pasado y que el Señor nos ha dado a conocer." Lc 2:10-15
El ángel dijo que la Navidad traería mucha alegría para todo el pueblo. ¿Realmente es así hoy en día?
Para muchas personas, prepararse para la Navidad parece más un fastidio que un motivo de alegría. Es más bien una causa de estrés. La llegada de la Navidad redunda en más presión, no en regocijo. Es una obligación, no un placer. Padecen la Navidad, en lugar de disfrutarla. Hay muchas razones por las cuales podrías sentirte molesto, solo, o incluso deprimido durante la temporada navideña.
- La sola idea de pasar un tiempo con algunos parientes extraños podría resultar angustiante.
- Tal vez, las relaciones familiares son tensas e incómodas.
- Quizás no hay con quién pasar esta Navidad.
- La Navidad puede traer el recuerdo de seres queridos que ya no están.
- Es posible que la Navidad no forme parte del trasfondo religioso o que no se tenga ninguna convicción espiritual; de modo que incomoda ver que otros celebren la Navidad.
- Tal vez, sólo estás exhausto y desgastado por todo lo que te ha pasado a lo largo de este último año.
Dios está profundamente interesado en cómo nos sentimos en esta Navidad. Más allá de los orígenes, religión, problemas o circunstancias, la Navidad es realmente la mejor noticia que alguien puede recibir. Detrás de todo el ruido y el espectáculo que se genera en torno a la temporada navideña, subyacen algunas verdades sencillas y profundas que pueden transformar positivamente tanto tu vida aquí en la tierra, como tu vida en la eternidad.
Detengámonos por unos minutos, y consideremos el propósito de celebrar la Navidad: ¡El Salvador ha nacido! Si aceptas esta gran verdad, podrás recibir y disfrutar del mejor regalo de Navidad que jamás te hayan dado. El regalo de Navidad que Dios te ofrece, el cual tiene tres cualidades que lo hacen singular.
- La primera es que se trata del regalo más caro que hayas recibido jamás. Es inapreciable. Jesús lo pagó con su propia vida.
- La segunda, es que se trata del único regalo que te durará para siempre.
- Finalmente, es un regalo extremadamente práctico que usarás diariamente durante el resto de tu vida.
¿Te gustaría aceptarlo? No estás en este mundo por casualidad. Dios planeó tu nacimiento, y antes de que nacieras, sabía que llegaría este momento. En efecto, quizás toda tu vida hasta hoy haya sido una preparación para recibir el regalo de Navidad que Dios te ofrece. La noche de la primera Navidad, el ángel anunció que el nacimiento de Jesús tenía tres propósitos:
¡La Navidad es un tiempo de celebración!
¡La Navidad es un tiempo de salvación!
¡La Navidad es un tiempo de reconciliación!
Adaptación de Rick Warren, El propósito de celebrar la navidad