El viaje se hacía interminable. No veía la hora de llegar a casa. Luego de tantos días fuera, volver al hogar y ver a la familia se convertía en el pensamiento más hermoso que la acompañó hora tras hora.
Tantos proyectos, tantos abrazos por dar y recibir.
Tantos proyectos, tantos abrazos por dar y recibir.
Al llegar, la felicidad no tenía fin. Hasta habían puesto carteles de bienvenida. Tanto por contar, tanto por reir...
Estaban todos esperándola. Sólo faltaba él, se habría demorado por el tránsito.
Estaban todos esperándola. Sólo faltaba él, se habría demorado por el tránsito.
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