Dios valora las cosas rotas
Generalmente cuando una cosa se rompe,
su valor disminuye o desaparece del todo.
Los platos rotos, botellas rotas, espejos rotos,
son generalmente desechados.
Aún un golpe en un mueble
o una mancha en la ropa
reducen significativamente su valor de reventa.
Pero no es así en el reino espiritual.
Dios aprecia las cosas rotas,
y en especial a las personas quebrantadas.
Es por eso que podemos leer versículos tales como: