Es mejor esperar en Dios que conformarse con la primer persona que se cruza por nuestro camino, y por temor a la eterna soltería.
Cuántas veces escuchaste de personas que eligieron mal por esta razón?
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Hoy quiero contarte la historia de una muy querida amiga, tuvo un novio por varios años, y como creyente de pequeña vivió un noviazgo sano, muchas salidas con amigos, servicio juntos en la iglesia. Muy correcto a la vista.
Sin embargo, de a poco él se empezó a alejar de la iglesia, ya no servían juntos porque tenía un nuevo trabajo que le impedía asistir a la iglesia.
Después de varios meses en la misma situación, él le dijo que por este mismo trabajo se iría a vivir a otro país y que esto iba a servir para acercarlos o alejarlos definitivamente. Obviamente se alejaron.
Ella quedó muy dolida, sin querer alejaba a todos los hombres que podía conocer y temía más ser lastimada por un creyente que por un no creyente.
Al pasar los años, ya más madura y restaurada, quiso rehacer su vida amorosa, pero comenzó a buscar en lugares equivocados.
Compañeros de trabajo, de facultad, y hasta desconocidos que cruzaba algunas palabras por chat, en internet! Sus esperanzas se agotaban y sus intentos por encontrar a su amor verdadero iban de mal en peor. Para colmo, sus amigas se casaban con buenos hombres y se repetía a sí misma que si no se apuraba se iba a quedar sola...
Mi amiga tuvo varias relaciones dolorosas, que por gracia de Dios no terminaron en desgracia, sólo con su corazón roto.
Un día decidió volver al primer amor, Dios. Comenzó a congregarse y a servir fervientemente, como lo hacía de más chica. Al pasar el tiempo, se fue haciendo de nuevas amigas y nuevos amigos también creyentes que volvieron a llenar su corazón de alegría. Y uno de esos días Dios le permitió conocer a un hombre maravilloso, y volvió a encender la llama del amor en su corazón.
A veces es difícil esperar, más cuando se esperan largos años. Pero sin dudas, por experiencias ajenas y propias, Dios es bueno y desea lo mejor para nuestras vidas. Tal vez hoy te toca esperar, y quiero que sepas que es bueno que esperes en Dios, no pierdas las esperanzas ni busques el amor en personas que no te van a hacer feliz.
Hoy te quiero animar a esperar en Dios.
"Mis planes para ustedes solamente yo los sé, y no son para su mal, sino para su bien. Voy a darles un futuro lleno de bienestar."
Jeremías 29:11