Amado Dios,
vengo ante tí con un corazón contrito y humillado, reconociendo que nada puedo hacer si no es por tu maravillosa gracia.
Te ruego que tu presencia me acompañe en este tiempo, que tu Espíritu Santo me guíe a toda verdad para que tome las mejores decisiones que hacen falta para avanzar en mi camino.
Te pido que quites toda distracción, toda falsa enseñanza, y todo lo que pretenda hacerse pasar por la verdad de Dios, que es Su Palabra. Si hasta el mismo Señor Jesús fue tentado con las Escrituras, de mano del diablo. Te ruego que me des sabiduría para discernir y elegir solamente lo que provenga de ti Señor.
En el nombre de Jesús. Amén